martes, marzo 27, 2012

Isidora...

No había nada que calmara más mi ansiedad de niña - en ausencia de mi madre - que sentir el regazo tibio, con olor a limpio y recién planchado de "Cholola". Ella ayudaba en los quehaceres de la casa, desde que tenía memoria,llegaba todos los dias desde temprano. 
Cuando no iba a la escuela, sentía su olor desde que abría los ojos.
Era fuerte, pese a lo menudo de su cuerpo, que empezaba a encorvarse por los años vividos. Siempre le preguntaba  si tenía hijos, con un brillo especial en sus vivaces ojos negros me decía que sí, que tenía uno pero que casi no lo veía.
" Cholola " como le decía, era una desmanchadora de café , luchadora, inquieta, siempre formó parte del sindicato, hasta que éste no existio más y todas fueron liquidadas o despedidas.
Había quedado sin trabajo y con un hijoadulto a quien mantuvo hasta el día de su muerte.
Recuerdo su presencia en la casa,con su niveo delantal blanco, iba y venía barriendo, trapeando, fregando trastos y al término de la jornada se escabullía en el patio y sus alrededores y sacaba de su pecho unos " palitos" que encendía y chupaba con avidez, eran puros que no sé como llegaban a sus manos, pero despedían un agradable olor que delataba su presencia.
A  hurtadillas yo la observaba exhalar el humo de los puros hacia arriba, y veía su mirada que entonces se tornaba opaca y en ocasiones una lágrima rodaba por su mejilla,  hubiera querido envolverse en ese humo y volar, yo sabía que sufría en silencio, silencio que siempre respeté.
En tiempo de muertos, llegaba a casa envuelta en un gran ramo de cempatzuchitl para iniciar la ofrenda de mis abuelos, igual partía desde temprano hacia el camposanto a arreglar las tumbas. Allá la veíamos.
Cuando terminaba, de la mano  me llevaba hasta el final del cementerio, me mostraba la tumba de su patrón, le rezaba en la puerta - más tarde me enteraría que era el padre de su hijo -.
A veces oíamos a lo lejos el triste lamento del tren que pasaba cerca, parece que llora, decía Isidora...
Un día ella no volvió más y con ella se fue parte de los recuerdos de mi infancia...

1 comentario:

Conciencia Personal dijo...

Qué hermoso escrito, lleno de recuerdos por quien arrulló tu infancia y moldeó tu porvenir...

Un beso, Monique.