viernes, noviembre 23, 2007

HOJARASCA

Ojalá y pudiera ver mi imagen para siempre de la misma forma en que permanece ahí:
fresca, serena y jovial - principalmente eso, joven - pensó para sí Ursula mientras se observaba frente al espejo.
Quería registrar una a una cada pincelada que plasmaba el artista para inmortalizar su presencia, congelada en el cuadro que encargó su padre.
Seria el regalo que daría a su madre esa navidad.
Y a ella ¿que le darían? - se preguntó -
"Si pudiera escoger, pediría el elixir de la juventud eterna "
Era vanidosa, caprichosa pero tan segura de si misma que dispuso de su propio cuerpo, entregándose a la maternidad con la intención de ser más bella - le habian dicho que ese era un estado femenino en el que se registra una renovación total de la estructura corporéa -
Por supuesto que estaba satisfecha, sus senos voluptuosos, suaves y nacarados eran ahora más atractivos, envueltos sobretodo en atrevidos escotes.
Sus caderas se ensancharon y su sensualidad reborboteaba por todos los poros de su piel.
Pero el tiempo pasaba y ella desesperaba.Pasaba los treinta y cinco - aún era muy joven - pero su desesperación comenzó a presionarla, se volvió impaciente, autoritaria, malvada....
Se adentró en los caminos de la magia, viajó a lugares recónditos en busca del conocimiento de civilizaciones lejanas sin pensar siquiera, que áquellas habian logrado lo que ella tanto deseaba por su parsimonia para enfrentar al tiempo.
Asi llegó a una abadia lejana en una intrincada montaña, famosa en siglos ya muertos, por la sapiensia de sus monjes en el manejo de toda clase de plantas y raices.
Escuchó hablar del muérdago, lo asemejó con ella. Le encantó la leyenda que dice que la muchacha que recibe el beso bajo el muérdago en Nochebuena, verá crecer ese sentimiento igual que la planta y que lo conservará eternemente.
Regresó con su valiosa carga a su hogar.
En su angustia por lograr controlar la juventud con que ahora contaba y transtornada ya por esta idea fija en su cabeza desde hace algún tiempo, decidió hacerlo.
Si la magia del muérdago envolvía eternamente a los sentimientos con tan solo estar bajo el.¿Que pasaría si lo tenía dentro de su cuerpo?
Elaboró una pócima y frente a la pintura la tomó lentamente....
su alma vago por unos segundos en la habitación y se internó en la imagen para siempre....cuando encontraron el cuerpo dijeron que murió transtornada...

1 comentario:

Leticia Zárate dijo...

La vida se hizo para disfrutarse en cada una de sus etapas, si uno se obscesiona con algo, perderá mucho tiempo y quizá las mejores etapas de su vida.
Saludos.