Mary era hija de inmigrantes españoles, creció entre lo almidonado y estirado de la mochería de Guadalajara, y sin embargo era tan limpia, transparente y liberal, que nadie lo creería. Mi carácter porteño y su mente abierta fue quizá lo que más nos unió cuando llegué a vivir a esa ciudad, ella fue la primera en tenderme la mano.
Atravesaba entonces por ese a veces incomprensible, inolvidable y en ocasiones tristeable primer embarazo.
Nació Lü, e inmediatamente " Am "- así le decía mi pequeña - pasó a formar parte de la familia, platicábamos a cualquier hora del día desde ventana a ventana, me enseñó todo un repertorio de canciones de cuna que para ser sincera sonaban mejor en voz de ella que en la mía.
En ocasiones comíamos juntas - Mary, Rosa, Lu y yo - las sencillas y nutritivas recetas " Mary": Huazontles capeados con queso, Chilorio con papas hervidas, tacos de rajas de chile poblano con natas, y por las tardes tomábamos café recién hecho, mientras creábamos alguna manualidad.
Al cumplir Lú poco más de un año empezó el ir y venir de un lugar a otro por todo el sureste - algo que aún continúa y tuvimos que partir a la isla.
Me llevé algunas de sus manualidades que intenté vender para ayudarla, pues Mary vivía sólo de su raquítica pensión, su último trabajo tipo beca del malogrado programa pronasol, terminó cuando un supervisor notificó a sus jefes que Mary era de las maestras más queridas pero porque daba a sus alumnos clases de manualidades que elaboraban con resistol 5000, por varias horas - se lamentaba que cerraran esa clase cuando todos trabajaban felices. Después de eso y otros tantos acontecimientos Mary comenzó a enfermar, a veces con la tos incesante de tanto fumar, a veces la presión, a veces la gripe y hasta de piquetes de bichos raros.
Dicen que Dios aprieta pero no ahorca y creo que así es...Mary tenía muchos amigos que no la abandonaban, era inolvidable...algunos como yo tuvimos que privarnos de su presencia, antes de que ella decidiera partir para siempre...
Tenía familia. tenía hijos pero uno nunca sabe ni debe juzgar el proceder de la propia sangre. Alguno de ellos llegó un día con sus hijos para quedarse. Mary fue feliz al principio pero al pasar el tiempo comprendió que no todo lo que brilla es oro. Su espacio se vio reducido con esa llegada...
La última vez que la vi me hice el compromiso de no verla más...Ella se internó y se extravió para siempre en sus recuerdos.Su circunstancia me dolió. como me duele cada vez que veo ancianos por ahí rodando de acá para allá, sin pasado, presente ni futuro.
Hoy me enteré que decidió dejarnos. sólo quedó ahí su casita llena de recuerdos, de risas, de canciones de cuna, de enseñanzas...Descansa por siempre Mary...
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