Esta tradición se pasa de generación en generación y es uno de los milagros que mantienen en paz social al sector más desprotegido del país.
En la capital del país se ven escenas dolorosas de fervientes que prometen llegar de rodillas desde determinada distancia al Santuario Guadalupano que es la iglesia de La Villa, y podemos observar el dolor que lascera esta parte de su cuerpo, personas con capacidades diferentes llegan a rendir culto a la Reina de México.
Esta es una fecha en que el pueblo olvida sus diferencias sociales y se une en un festejo que dura toda la noche en los templos católicos de todo México.
Jóvenes y adultos recorren miles de kilómetros solos o acompañados de sus hijos o su familia para adorar a la Virgen...
Las fotos de mi hijo Joaquín dicen más que mil palabras.
2 comentarios:
Cuando veo a toda esa gente en la basílica me pregunto si en realidad es tan fuerte la fé que sienten hacia la Virgen de Gpe, y siempre termino respondiéndome: Sí. Es algo increible.
Saludos!!
tienes razón es todo un ferbor y actos de fe es parte de nuestra cultura.
Rosalmor pase a visitarte y a desearte Felicidades.
Un abrazo y un Beso.
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