domingo, septiembre 12, 2010

EL TREN...

La estaciòn del tren en el puerto de Veracruz
La llegada a Fortìn de las Flores

Aún recuerdo la imagen de un cielo tapizado de estrellas titilando como cristales bajo la luz de la luna, girando sobre mi cabeza recostada en la ventana del tren que me llevaba de regreso, tras dejar Veracruz a donde viajaba estudiar.
La modernidad sepultó este sistema de transporte en muchos puntos de nuestro país a donde se erigía como el más barato modo de moverse de un lugar a otro y aunque era más tardado llegar al destino, sí que era el más divertido y atractivo para los jóvenes que guitarra en mano se movían de Veracruz a Paso del Macho, Potrero, Limones, Soledad de Doblado, Peñuela, Córdoba, Fortín de las Flores y Orizaba. Estaciones a donde los lugareños nos ofrecían de todo: frutas, gordas, picaditas, café, refrescos, y muchos productos más.
El vaivén del tren bajo el bochorno quemante de los meses de mayo invitaba al sopor de una buena compañía, los amigos comentando los aconteceres de la semana, los bailes en el Perro Salado...la magia del tren que en cada parada se tironeaba produciendo el ruido de guijarros que rebotaban en el suelo, y las risas cantarinas de los niños, alegres acompañantes de viaje.
El viaje a la ciudad de México se tornaba frío y a veces escalofriante por los lugares que atravesaba, por ello era clásico viajar en camarote, donde dormías en una pequeña litera depositando tus sueños al vaivén cadencioso del caballo de hierro.
Clásico medio para movilizar a revolucionarios y sus adelitas se defiende desde la tumba a que ha sido enviado y en lugares como el estado de Yucatàn se pretende reactivar para un recorrido turístico por las ex-haciendas henequeneras, loable labor que sin embargo sólo seria reconocible si se integra al as comunidades para que participen de esos beneficios y recuperan así algo de lo mucho que les ha sido arrebatado...
Al sistema ferroviario en México le costo mucho llegar a su cristalización, concesiones fueron y vinieron y no cumplìan con lo acordado por lo que fue hasta 1873 en que se inauguro un tramo de 40 km que iba de Veracruz a Medellìn.Contando en total con 527 km en el país. Para 1876 en el gobierno de Sebastìan Lerdo de Tejada se contaba con 630 km. Con beneficio para Veraruz-Medellin , México- Cuautitlàn y Mèrida- Progreso.
Hoy yacen en el abandono gran parte de los edificios que albergaron este importante sistema.

3 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Que nostalgia verdad?
No sé porqué los trenes, las estaciones, las despedidas se asocian siempre con recuerdos casi melancólicos.

Claro que eso al progreso no le importa.
Es una pena.

Besos.

tonymoca dijo...

Sólo un viaje en tren he realizado, Puebla - Santa Ana, Tlaxcala, recuerdo que fue divertido y para el pequeño tramo bastante tardado, en fin, pero sí, se siente algo de nostalgía saber que se ha terminado.

Saludos

LATIN dijo...

Hablar del Ferrocarril en México es hablar de historias costumbristas, para los que tuvimos la fortuna de vivir la experiencia de un viaje en tren en estaciones tan tipicas como: Tultenango, Maravatio, Acambaro, Morelia, San Luis Potosi y tantas que conformaban el sistema ferroviario mexicano, eso acabo y solo quedan las historias.
Besos.